mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

sábado, 5 de julio de 2014

Sierra de Ques y Corona Castru


El otoño pasado en ruta por Nava, dejamos pendiente recorrer la interesante sierra de Ques, por lo que  me sirvió como excusa para volver y de paso ampliar conocimientos de la zona. Comenzamos Alberto y yo en el apeadero de FEVE en La Vega (202 m.) para coger el camino que rápidamente se empina en dirección a la collá Maza. 


Tal y como recordaba cuando bajábamos Damián y yo, las últimas cuestas y que ahora eran las primeras son un auténtico infierno con porcentajes durísimos y pedregosos que nos ponen al límite.


Menos mal que aflojaba algo la pendiente más arriba pero todavía no lo suficiente como para no seguir empleándose a fondo.


A cambio de una buena sudada, ganamos altura rápidamente y por fin cerca del desvío para seguir el ascenso al cordal de la sierra de Ques, la pendiente se hace mucho más amable permitiéndonos difrutar del guapo panorama que al igual que la última vez me recuerda a la media montaña de Baviera.




   


Al resguardo de la sombra seguimos faldeando por el norte la sierra por esta bonita pista que nos deja contemplar descansadamente el paisaje típico de la campiña asturiana con el pueblo de Cecea bajo nosotros.


Desde luego que fue un gusto ciclar este tramo tan guapo que nos conducía al cruce de caminos en la parte casi cimera de la sierra de Ques.


Alcanzado el punto más alto (709 m.) , cambiamos de vertiente y de panorámicas con un sin fin de cordales, valles y montañas.


Perdiendo altura lentamente vamos a lo largo de todo el cordal volviendo a cambiar hacia la vertiente norte con tramos entretenidos para la bici...



...hasta que la pendiente se pone seria y comienza el verdadero descenso con algún tramo hormigonado y el resto con mucha grava que hace del pilotaje cuanto menos delicado. Paramos para enfriar frenos en la guapa campera de Monte Coya llena de ganado pastando y proseguimos hasta caer en la carretera N-634 continuando por ella medio km. hasta desviarnos en el cruce dirección a Cabranes (160 m.).


Un par de kms después tomamos otro desvío hacia Cecea, parando en Villabaxu para reponer energías que el sol ya pegaba duramente. Con ayuda del google earth improvisamos el recorrido de vuelta que nos deparó muy buenas sorpresas. Primero con el camino que desde el cercano pueblo de Villarriba nos conducía hasta Fresnadiello.


Este camino, resultó ser una gozada en bici con todos los alicientes: barro, pequeños escalones rocosos, peraltes, arroyos,...y todo entre tupido bosque. Una caleya rural de las de toda la vida y que cada vez son más difíciles de encontar si hormigonar. 


Llegados a Fresnadiello (217 m.) y cambiamos rumbo hacia el monte Corona Castru, en busca de un circuito interesante aunque la subida al mismo nos hizo sufrir con una serie de contundentes rampas de hormigón. Afortunadamente duraron poco y el resto faldeando a la misma cota (360 m.) nos devolvía de vuelta con la sierra de Ques enfrente de nosotros.



De nuevo otra vez a descender, primero por un tramo rápido de pista con salto incluido y después a la altura de un área recreativa abandonada por un estrecho sendero conectábamos con el segundo y precioso camino por bosque.




Para nuestra suerte este camino desembocaba en el inicio del primero, así que encantados recorrimos éste por segunda vez....


Volvimos a pasar por Fresnadiello pero en esta ocasión nos dirigimos a Cecea (248 m.)  para descender a la N-634 y cruzar el río Piloña por el  guapo puente medieval que nos dejaba de nuevo en el punto de partida.


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