Hace tiempo que Damián y yo queríamos conocer la cueva de hielo más famosa de Picos y cuya ubicación exacta se mantiene en secreto para protegerla de excesivas visitas que alteren su entorno. No me parece mala la idea ya que el quiera visitarla acaba por encontrarla. Esta vez Damián se me había adelantado mientras estaba de vacaciones, y hablando con él me confirmaba que el acceso a la cueva era por donde sospechábamos.