Desde la modesta atalaya del Buchenberg se puede contemplar de un sólo vistazo todos los Alpes alemanes y parte de los del Tirol Norte de Austria....casi nada!. Y uno de los picos que más tiempo llevaba observando, esperando la ocasión idónea era el Gaishorn o cuerno de cabra, que por su posición adelantada se dejaba ver bien lo que se intuía una estupenda esquiada. Sin embargo un invierno con poca nieve y un comienzo primaveral caluroso impidieron la más mínima oportunidad, hasta que por fin cuando ya todo parecía perdido llegaba un último coletazo invernal con algo de nieve y sobre todo frío. Vigilando el paso de los días de mal tiempo, el jueves estaba claro que tenía que ser el día ya que aunque el miércoles amaneció nevado ligeramente a la puerta de casa las nubes no dejaron de enrredar en las cumbres alpinas y el viernes volvía a cambiar el tiempo para mal.
Por tanto, de nuevo vuelvo al precioso valle tirolés Tannheimer Tal, hasta el pueblo que le da nombre Tannheim (1.100 m.). Lógicamente en esta época la nieve ya no aguanta a esta altitud, a pesar de que el día anterior había nevado pero muy débilmente, por lo que toca portear, pero la pregunta del millón...hasta que cota?