A pesar de la escasez de nieve reinante en la Cordillera, el frío de estos días ayuda para poner en condiciones muy buenas de nieve y hielo algunos corredores interesantes como este del Picu Faro situado en el puertu Vegará en los confines astur-leoneses.
Con la llamada del amigo Germán proponiéndome dicho corredor me despiertan las ganas de retomar el tema de las invernales que lo tenía algo abandonado y de paso conocer dicho corredor que ya había despertado mi curiosidad en la última incursión con esquis por esta zona tan guapa. La escasez de nieve nos permite subir a Vegará con el todo-terreno de Germán por la pista de la vertiente asturiana del concejo de Aller. Con un frío de mil demonios y muy abrigados hacemos la aproximación rápidamente gracias a la nieve dura y el hielo que facilitan la marcha.
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Una vez pasada la primera parte el gira hacia la derecha encajonándose con buen ambiente. Este último tramo, al igual que la cordada que habíamos alcanzado lo aseguramos porque se pone empina bastante a la salida (65º/ 70º).
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Es una pena la poca longitud del corredor porque se acaba próximo a la cumbre (2.112 m.), justo cuando más se disfruta de su escalada. Aún así, nos deja muy buen sabor de boca a pesar de los -10ºC y el viento nordés que nos estaba dejando xeláos. Tras una comida rápida descendimos por la ruta normal y como era temprano, nos acercamos a la zona de cascadas de hielo que se forman en el zócalo de la pared noreste, pero estaban muy escasas.
A pesar de todo una de ellas tenía un tiento y como que se puede subir con cuidado hasta la repisa donde existe una reunión equipada, rapelamos para poder escalarla en top-rope. Aunque tenía un hielo precario pudimos subir un par de veces y Germán por fin probó eso de dar pioletazos y cramponazos a una cascada de hielo.
Con esto acabamos un buen y frío día con ganas de repetir en esta zona con más nieve y sobre todo con mejor hielo.
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