Trilogía navideña Aramo forever (II): Día de Año Nuevo

Con el sabor agridulce reciente de la anterior escapada por el Aramo y el día con que estrenábamos año ,cerrado y jarreando agua sin descanso, pues la motivación no estaba muy boyante precisamente...Pero gracias a la insistencia de Damián, me recordaba con razón que el Aramo siempre es mucho mejor opción que pasar el día en casa aburrido tirado en el sofá.

Así que en Viapará nos reunimos en medio de una buena ventisca que se alternaba con momentos trapiando con ganas. Caminamos unos minutos y luego espesor de la capa permitía ponerse a foquear por la carretera.

Según ascendíamos pude comprobar la considerable carga nueva de nieve respecto hacía tan sólo menos de 2 días.

Efectivamente, llegando a la curva previa al rampón de La Cueña Les Cabres, se confirman las buenas sensaciones y nuestra cara cambiaba a "modo Aramo forever"

Da igual las veces hayamos pasado por aquí en condiciones similares, porque la belleza de estos rincones siempre nos sorprende. Subimos fozando una profunda trinchera como pocas veces y con la motivación de presentir una esquiada espectacular. No nos pensamos ni un minuto y nos lanzamos a catar la primera parte que nos dejó "asustados" por el espesor de la nieve polvo que se había acumulado y que a pesar de la pendiente nos llegaba a frenar como no recordábamos.

Volvimos remontar por el mismo sitio todavía alucinados y con el objetivo de buscar nuestra variante escondida.  Sin embargo, la ventisca y la nevada arreciaba hasta tal punto que nos tuvimos que cobijar dentro de una mata de carrascos. Allí, tal cual par de lobos esperando una tregua para salir a jugar en la nieve, esperamos un buen rato que aprovechamos para prepararnos y fotografiar el espectacular paisaje que teníamos alrededor.

Llegó finalmente la ansiada aunque pírrica mejoría que nos valió para salir sin pensarlo dos veces. Lo que luego ocurrió sólo la cámara de video y nosotros lo sabemos porque vaya recital de puro powder tuvimos, que llegamos como auténticos muñecos de nieve y una sonrisa de oreja a oreja....

Para nuestro gozo la excelencia de la calidad de la nieve se mantuvo hasta donde la cota de nieve era demasiado delgada, a escasos 500 m del coche. Como le decía a Damián: "no sólo me salvaste el día si no que pude disfrutar de seguro una de las 3 mejores veces....y mira que ya hubo!. Te debo una, sin duda"