mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

sábado, 26 de enero de 2013

Picu Deboru (Ándara)

Nos acercamos ayer de nuevo a Los Picos para aprovechar la ventana de buen tiempo que pronosticaban para el sábado. Así que nos plantamos en Sotres (1.045 m.) con un día mejor de lo previsto.


Desgraciadamente y una vez más, la borrasca después de las buenas nevadas remató con un frente cálido lluvioso que echó a perder la calidad de la nieve. Además pudimos comprobar también todo lo que el viento se llevó, dejando paradójicamente mucha más nieve por ejemplo en los praos de Sotres que en muchos picos.



Sin embargo lo que no cambia son las preciosas vistas subiendo desde el mismo pueblo hacia el collado del Medio (1.237 m.) y Fuente Soles (1.523 m.).




Alcanzado y continuando el lomo característico que conduce en suave ascenso a la Concha de Brañaseca (1.782 m.), el comienzo del Canalón de Braniella (1.883 m.) y de ahí a las faldas del Picu Deboru y Cuetu Tejau, se interrumpe la continuidad de nieve y nos obliga a portear unos 200 m. para después ya sin quitar los esquíes tirar hacia la pala final del Picu Deboru (2.129 m.).


Si bien la nieve al empezar está costra al llegar al hombro ya está muy dura y de ahí al pico, completamente helada con un capa verglasseada que hace que las cuchillas les cueste morder.
Según vamos ascendiendo me sigue sorprendiendo la bravura de Los Picos de Europa a pesar de tener recientes las fabulosas vistas que disfrutamos en Zermatt con todos aquellos montañones de los Alpes. Ya en la cumbre, contemplamos la gran panorámica que ofrece con una buena temperatura que aprovechamos para comer el merecido bocata, planeando futuras esquiadas que a 2.100 m. se hacen rápido y fácil...




Calzamos las tablas y empezamos a bajar con mucho tiento y buena letra. Los cantos agarraban bien y con un ruido que parecía que pasaba el Concorde bajamos la primera pala sin novedad. Más abajo nos salimos del itinerario de subida para probar por las laderas q bajan desde la Concha de Brañaseca, que aunque con poca nieve el slalom entre brezos y arandaneras nos fue de lo más entretenido, sin contar con las espectaculares vistas de los Urrieles sobre el valle del río Duje y el mar Cantábrico como fondo de lujo.




La siguiente manga fue por una canaleta más ratonera todavía donde se sumaba algún árbol al slalom. Por suerte la nieve se mantenía todavía firme porque esperábamos la temida nieve costra en cualquier momento. Sin embargo hasta llegar al collado del Medio la nieve se portó y sólo al atravesar el bosque antes de los praos finales de Sotres tuvimos q aplicar la técnica de apáñatelas como puedas para salir de una pieza. Ya en los praos con un poco de tiento se dejaron esquiar para acabar justo en el mismo pueblo, lo suponen 1.100 m. que no está nada mal viendo el percal.




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