mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

domingo, 3 de abril de 2011

Breithorn (Cervinia - Italia)

Después del palo del día anterior en el Arp Vieille , decidimos subir más alto en busca de mejor nieve. Así que a pesar de no haber aclimatado en altura queremos  intentar el Breithorn (4.160 m.) desde Cervinia aprovechando los teleféricos que te aúpan de golpe y porrazo a 3.400 m. previo pago de la minuta correspondiente. Comenzamos pues,  con calma remontando un par de pistas de ski hasta la cota 3.800 ya fuera de la zona balizada y donde  el panorama con el Cervino omnipresente es sencillamente guapísimo. Para entonces notamos la borrachera por la altura al agacharnos para buscar algo que picar en la mochila. Queda claro que es mejor  moverse con lentitud y armonía.


Nos encontramos en la parte superior del plató Rosa, y podemos ver ya el objetivo del día: Breithorn, además de otras cumbres famosas del macizo como el Castor y Liskam, que bien merecen una parada para su contemplación. Fuera del tumulto de la estación empezamos a sentir un poco mejor este ambiente alpino tan espectacular.



Comenzando el asalto al Breithorn, lo primero que notamos es lo que engañan las distancias a pesar de que parece a tiro de piedra. Aún así, vamos mantenemos buen ritmo, aunque a Alberto el dolor de cabeza que notaba no cesa y casi a la cota 4.000, sabiamente renuncia a la cumbre y baja hasta el plató para esperarnos.


El tiempo comienza a dar visos del cambio que se pronosticaba y acostumbrado a la rapidez de los cambios en nuestras montañas, doy el resto en los últimos 100 m. para evitar posibles complicaciones. Una vez arriba, llega Carlos poco después y sólo queda nada más que saborear el momento de nuestro primer 4.000 pero sobre todo del paisaje.



Sin perder tiempo, comenzamos bajando la pala orientada al sur con nieve irregular transformada e incómoda por las huellas existentes ya muy endurecidas.


Reunidos de nuevo los tres  continuamos el largo descenso desde 3.800 m. hasta los 2.050 m. de Cervinia por las pistas de ski con una nieve excelente en la primera mitad y primavera en el resto.



La estación que sin estar boyante de nieve se ve que tiene kms. para aburrir. De buena gana bajaríamos otra vez por otras pistas diferentes. Eso sin contar con la vertiente suiza que es una historia a parte.
El largo descenso, al menos nos valió para resarcirnos en parte del día anterior.
Rematamos el día con lo que ya sería la costumbre de la semana: buenas pizzas regadas con abundante cerveza.
Por último, un breve paseo por el pueblo y vuelta a Turín pensando en los próximos planes que nos llevarán a Suiza

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