Xexe y Nogales

Este invierno tan seco que nos obliga a estrujarnos la cabeza para poder encontrar dónde esquiar, hizo que apostáramos por probar en el puertu Vegará aprovechando el todoterreno de Patri, sin saber si podríamos llegar hasta arriba. Hubo suerte y pudimos pasar los tramos helados y con nieve hasta llegar a menos de 500 m del alto del puerto.

Pudimos ya calzar las tablas desde el punto donde dejamos el vehículo hasta pasar la raya del puertu Vegará (1.567 m), gracias a la nevada reciente del día anterior, si bien al pasar de allí hasta el antiguo mesón desaparecía la nieve. Sin embargo Jorge se topó con un conocido que nos dijo que a pesar de la escasez de nieve en la vertiente sur, se podía ir enlazando lenguas de nieve hacia la zona del Xexe, por lo que nos decidimos por esta opción ya que aunque la la vertiente norte tenía bastante más nieve, al estar en sombra el hielo iba a ser la tónica dominante.

Tuvimos que portear unos minutos, pero luego efectivamente se podía continuar enlazando pasillos y campos de nieve hasta alcanzar el hombro característico que lleva al Xexe.

Subirse al hombro nos dio más guerra a unos que a otros, además de una buena sudada, pero finalmente nos reagrupamos arriba con el pico a tiro. Pocos minutos después encumbramos la redondeada cumbre del Xexe (2.064 m) que nos recibió con un aire frío pero que no nos impidió admirar las inmensas panorámicas que ofrece esta montaña a 360º

Había visto que la  capina de nieve fresca caída nos iba a salvar para el descenso hacia la pindia vertiente SE. Y así fue, ya que a pesar del intimidante ruido de las tablas mordiendo el hielo de fondo, agarraban sin problema e incluso disfrutamos de giros sobre una fina capa de nieve polvo.

Una vez abajo en el circo que forman el Xexe y Nogales, aprovechamos para beber y picar algo, retomando fuerzas para subir al Nogales que por cierto me faltaba aún por catar en su vertiente Sur. 

Dejamos los bártulos a 20 m de esta rocosa cumbre y continuamos a pie para alcanzar la cima del pico Nogales (2.070 m) desde el cual mejoran si cabe, las vistas que habíamos disfrutado desde el Xexe.

Retornamos hasta donde teníamos el material y viendo que despejaba el día quedando una tarde preciosa, nos tomamos un buen rato allí sentados al resguardo del viento contemplando las maravillas de este puerto tan guapo de Vegará...

Tras deleitarnos bien con el paisaje, nos preparamos para el descenso que aunque se intuía breve, la buena inclinación que tenía junto a la buena calidad de la nieve ya tostada por el sol, hizo que lo disfrutáramos de principio a fin, si bien nuestras piernas llegaron abajo con un buen recalentón..

Con el fin de evitar más porteos de los necesarios, pusimos de nuevo las pieles para subir a un pequeño collado desde el cual conectaríamos de nuevo con el hombro que lleva al Xexe y así poder encadenar nieve hasta abajo. 

Fue un acierto, puesto que enlazamos el hombro con un tubo muy divertido, gozando una nieve estupenda para recrearse.

Luego, por una serie de pasillos semejantes a una pista de ski, continuamos bajando hasta alcanzar la carretera del puerto, sólo teniendo que descalzarnos unos pocos metros. Finalmente dimos buena cuenta del bocata bajo el sol de una estupenda tarde de invierno que nos dejó un gran sabor de boca, más si cabe viendo el percal de escasez de nieve existente.