Puertos de Axeite

Una buena nortiá nos dejó en apenas 10 días una estupenda nevada donde lo difícil fue esperar la ansiada tregua meteorológica para estrenar temporada. Aunque las previsiones no anunciaban nada bueno, algo parecía que iba a aflojar. Como consecuencia, una llamada a ultima hora de la noche y ya nos "auto-convencimos" Damián y yo que viendo que la mayoría de las carreteras de montaña estaban  cortadas por la nieve, probaríamos suerte con el puerto de La Cubilla. Sorprendidos por la cantidad de nieve ya existente en cotas bajas, pudimos llegar hasta poco más de Riospaso a 950 m

Después de entrar en calor paleando nieve para aparcar el coche, iniciamos la ruta por la carretera comprobando los estragos de la nieve y sorprendidos nuevamente por el "paquetón" que había caído...

Larga "foqueada" nos esperaba siguiendo la carretera del puerto, pero a la vez entretenida contemplando el paisaje plenamente invernal espectacular para estar todavía en noviembre.

Según íbamos avanzando el tiempo mejoraba y abría por momentos permitiendo ver el panorama que cada vez era más guapo sobre el valle del Güerna y La Mesa presidiendo.

Desde el cruce de Tuiza Riba, ya nos tocó ir abriendo huella que suponía hacer una buena trinchera. 

Alcanzada la curva sobre las cabañas de El Escobal (1.300 m), "cambiábamos de pantalla" para admirar el paisaje alpino característicos de Las Ubiñas, despuntando entre las nubes la esbelta figura del Siegalavá y El Campanario

Parecía que la tónica del día iba a ser la apertura intermitente de claros entre las nubes y la niebla, lo que producía unos juegos de luces entre la nieve alucinantes.

Poco más adelante abandonábamos la carretera para ir en busca de la recoleta Braña de Axeite (1.420 m)

Y fue encumbrar el cantín previo a la braña cuando como por arte de magia despejó por completo el cielo apareciendo ante nosotros esta preciosa Braña de Axeite totalmente cubierta de merengue fresco que nos dejó sin palabras...

Antes de nada, decidimos hacia donde subiríamos y seguidamente sin siquiera sugerirlo nos sentamos para disfrutar del momento mientras descansábamos sin parar de mirar...

Ya sólo por tener el privilegio ver tal armonía en la belleza de un paisaje así, valió la pena haber salido. Vamos!, el día ya estaba más que amortizado..

Tras comer algo continuamos hacia la braña no sin antes volver a recrearnos en la magia del lugar que con la luz del momento seguíamos flipándolo con todos los sentidos.

Nos despertamos del sueño cuando volvieron las nubes. Así que reanudamos la marcha en medio de un mundo blanco con espesores de nieve ya considerables que nos hacía sudar la gota gorda para bregar con la huella y la pendiente cada vez más acentuada.

Un "arreón" más y por fin encumbrábamos la parte alta de los Puertos de Axeite  en un colladín junto al Miriu Redondu (1.752 m)

Arriba la niebla no pasaba de la divisoria dejándose ver Peña Ubiña la Pequeña sobre la suave Vega de Candioches. Esperamos en vano a que nos llegara otro claro como el de antes y no tuvimos otro remedio que esquiar en sombra y sin relieve. Así que en la primera parte no pudimos disfrutar gran cosa. Más abajo sobre el lomo de la morrena la cosa mejoró con una nieve muy buena. Lástima no haber llegado una hora antes cuando el sol iluminaba a todo el valle.

Retornamos a la carretera y aprovechando la huella, durante el trayecto pudimos ir deslizando combinándolo con ratos de ski de fondo...

Todo iba bien hasta acercarnos al cruce de Tuiza Riba donde vimos con estupor cómo la quitanieves había limpiado la carretera dejando impracticable los márgenes de la misma. A pesar de que intentamos ir esquiando por los bordes fue imposible y nos agotó más incluso que subir...En fin, no acabo yo de entender eso de limpiar las carreteras tan tarde. El remate fue tener que pegarse la pinrrelada por la carretera abajo con todo a cuestas hasta el coche.