mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

martes, 19 de noviembre de 2019

Aramo for November 2019


Lo que iba a ser una breve salida matutina en bici con Alberto, pasó a ser en lo que tardamos en asomarnos a la ventana, en la clásica escapada exprés al Aramo. Aunque la cota de nieve estaba más alta de lo habitual, (a partir de los 1.000 m), la parte alta se presentaba demasiado tentadora como para dejarla escapar con un día tan guapo y soleado.


La nieve dura como un peñón reflejaba la buena xelá que había caído, lo que por otra parte nos evitaba abrir huella y progresar rápidamente.


El día despejado como pocas peces permitía observar nítidamente lugares tan distantes como el cabu Peñes, Picos de Europa y por supuesto La Cordillera. Todo un lujo poder disfrutar estas vistas al lado de casa que por mucho las conozcamos no dejan de ser sencillamente espectaculares.



Pasadas las rampas del Aviru, dejábamos la carretera para dirigirnos hacia La Gamonal, el objetivo del día que nos atraía como un gran imán.


Con una nieve perfecta para foquear con un agarre óptimo y en plena soledad salvo las huellas de algún raposo, estábamos en "nuestra salsa" gozando del paisaje invernal tan guapo como  peculiar que tiene el Aramo.



Una vez alcanzado el !!umbu de la montaña sólo nos quedaba continuarlo hasta la cima, mientras que al ir ganando altura iban apareciendo a escena cumbres características de la misma sierra del Aramo, así como del macizo de Las Ubiñas.



Como no podía ser de otra manera al llegar a la cumbre de La Gamonal (1.710 m) la agradable temperatura al sol que traíamos desapareció al instante con el habitual viento frío que azota a esta expuesta montaña. Sin embargo, ello no es suficiente como para no pararse a contemplar la extensa panorámica a 360º que ofrece este pico. Hacia el occidente  la nevada había sido más copiosa con un sin fin de cordales blancos en el horizonte.


Hacia el sur, el caótico paisaje kárstico del Aramo bien rellenoo de nieve y más allá Las Ubiñas  también a tope de carga.


Finalmente hacia el norte el siempre sorprendente contraste entre la montaña, los valles y las zonas bajas del área metropolitana de Asturias, además por supuesto, del gran horizonte azul del Mar Cantábrico.


Y llegó la hora de la verdad, ya que no estábamos nada seguros con qué tipo de nieve nos íbamos a topar. Y no fue para menos porque más variedad imposible. Por suerte, nuestra intuición sobre la gran pala de La Gamonal no nos falló y disfrutamos de una gran esquiada con nieve polvo que saboreamos metro a metro.

Más abajo, la nieve se encostraba algo aunque fuimos solventando el tema mejor de lo previsto los tramos siguientes hasta el famoso prau, que en esta ocasión volvía a estar en la sombra y la nieve xelá con la superficie irregular incómoda de esquiar...
...., aunque nada comparado a cuando aterrizamos en la carretera llena de huellas petrificadas. Tan malo estaba que nos aventuramos a atajar por el bosque saliendo como pudimos más abajo. Luego ratoneando los bordes de la carretera buscando evitar huellas, logramos sin más contratiempo llegar hasta donde acababa la nieve. Un breve porteo al coche y para casa bien contentos de esta inédita incursión al Aramo en pleno mes de noviembre. Quién lo iba a decir!. Esperemos repetir este invierno...

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