mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

lunes, 25 de abril de 2016

Cuetu La Cuadra (Urrieles)

El tiempo sigue sin dar tregua y pasan los días sin que venga un día estable y con sol....hasta que llegó este lunes pasado y ya no podía dejarlo pasar. Así que pedido el día libre para escapar a Los Picos, la pregunta era para dónde...y después de valorar opciones me decanté por uno de esos picos que te fijas en ellos cuando vas de paso hacia otros más importantes. El Cuetu la Cuadra a pesar de la forma de su cumbre con esa cabeza característica parecía factible su esquiada completa. Además su orientación norte preveía a estas alturas del año una nieve de buena calidad al mediodía. Sin embargo el mal tiempo aunque había dejado nieve arriba había limpiado la nieve en cotas bajas y por ello tocaba un buen y penoso porteo con las botas de esquiar por el  Valle de las Moñetas.




Partí desde Las Vegas de Sotres (1.067 m.) y por el camino habitual al Valle de Las Moñetas iba comprobando que si bien había nevado estos días por encima de los 1.800 m. por debajo de esta cota la lluvia había limpiado mucha nieve.


Por fin tras 50 minutos de pateo puedo calzar las tablas y encaminarme directo hacia la gran diagonal que accede a este pico. Mientras, dos "pobres" esquiadores seguían valle arriba sorteando el laberíntico valle y bajo un sol que ya castigaba lo suficiente como para agradecer estar en la vertiente norte.




Pronto tuve que poner cuchillas ya que la nieve caída recientemente se había congelado durante la xelá que había caído por la noche. Comenzaba la ascensión por la mencionada diagonal disfrutando del panorama de la retahíla de picos que custodian Las Moñetas.


Más arriba con el aumento de la pendiente y zonas que hacía poco seguían en sombra, opté por poner crampones para avanzar más rápido y seguro puesto que la nieve estaba perfecta para ello. Según ganaba en altura la figura blanca de los Tiros Navarro me recordaba las fantásticas esquiadas que disfruté por esa montaña y ese día estaba más que apetecible pero su lejanía requiere otra logística...




Mientras a mis espaldas se dejaba ver el azul  del Mar Cantábrico y el pueblo de Sotres recogido entre verdes praos con la primavera a punto de explosionar, de frente tenía ambiente alpino e invernal al alcanzar el jou que precede a la jorcadina de la cresta cimera.


Remontar hasta dicha jorcadina (2.058 m) fue bastante rápido a pesar de la inclinación de unos 40º que pintaban muy bien para la bajada...y más con ya el ambiente alpino típico de Picos.


Sin embargo desde la jorcadina (2.058 m) hasta la cumbre que "parecía muy cercana", el asunto cambió radicalmente ya que para sortear la cumbre secundaria me compliqué la vida deambulando por la ladera norte comprobando después que por la arista a pesar de la interrupción de la nieve el tramo de roca era muy corto y mucho más cómodo que el que había elegido yo. Para rematar los últimos 150 metros para encaramarse a la cabeza de la cumbre, la escasez de la nieve que a su vez estaba ya muy castigada por el sol, resultó de lo más incómodo y cansado....pero por fin arriba en la cima de El Cuetu La Cuadra (2.231 m.), las penurias se borraron de un plumazo contemplando estas magníficas vistas....




Con un día tan guapo y una temperatura envidiable, podía hacer lo que más me gusta en sitios así que no es otra cosa que tomarme mi tiempo en la cumbre reponiendo fuerzas mientras disfrutaba del paisaje.... Desde Peña Vieja hasta Peña Castil, dejándose ver incluso el Picu Urriellu y su escolta de lujo, hasta el macizo de Ándara, etc...


...hasta que toda esa paz fue interrumpida por un sonido familiar que me pone los pelos de punta. Era ese sonido de explosión sorda provocado por un alud que se desprendía por la ladera de Peña Vieja a velocidad terminal hasta precipitarse al vació con toneladas de nieve y rocas formando una cascada que duró un par de minutos. Un gran espectáculo de la naturaleza tan bello como inquietante....


Tocaba ya ponerse manos a la obra que el descenso en su primara parte se presentaba divertido para variar ya que al subir veía muy justo el pasillo de nieve junto a la arista sur. Por suerte la nieve estaba como era previsto en su punto y aunque la inclinación era bastante mayor de lo que aparentaba pude sortear sin contratiempos este tramo lanzando la nieve por la ladera sur que estaba plagada de aludes de todos los tamaños. Después, tras un destrepe muy corto por roca enlacé el resto de la estrecha arista nevada hasta la jorcadina.


De la jorcadina al fondo del jou, fue coser y cantar con una nieve e inclinación perfectas y después al enfilar la larga diagonal descendente fue ya para recrearse....




Se podía bajar por donde se quisiera con un firn perfecto para esquiar que mostraba una nieve recién planchada y tostada por el sol sencillamente perfecta. De hecho no recuerdo en Picos bajar a tanta velocidad...




De nuevo a la cota donde me calcé los esquís, esta vez continué por la ladera norte atravesando el Vayellón y ratoneando la continuidad de nieve hasta los los 1.400 m.


El resto hasta Las Vegas de Sotres ya tuvo que ser caminando con la compañía de aquellos que más saben de la Peña que disfrutaban ya de una primavera inminente en las zonas bajas del valle...


Para acabar, imposible no pararse a ver una vez más y comprender el por qué el Picu es el rey de Los Picos.....



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