Vildosu - Fuentes Baxu

Un paseo rápido en verano caminando por Vildosu, me convenció rápidamente de lo idóneo que era para disfrutar de un buen descenso con la bici. Bien es verdad, que la ruta es corta pero desde luego que cunde a la vuelta. Como no teníamos claro hasta dónde íbamos a explorar y por dónde acabaríamos, partimos Alberto y yo cerca de donde arranca la ruta hacia el Gumial. Así que carretera arriba del puerto de San Isidro fuimos relajadamente hasta alcanzar el Fielato (1.275 m,).

Desde allí pusimos rumbo al co!!éu Vildosu, por sendero bien marcado. El día como puede verse era perfecto, con sol a raudales y buena temperatura.

La subida al collado prácticamente entera hay que hacerla andando tirando de la bici por senderos y mayáos cómodos de caminar. En una hora escasa ya encumbrábamos y con ello nos permitía continuar montados en la bici (1.572 m.)

Nos tocaba faldear el pico Fuentes por senderos entretenidos y algo trialeros, que casi seguro no conocían el paso de bicicletas por estos lares tan salvajes y apartados.

En poco tiempo ya teníamos a la vista el recóndito mayáu de Fuente Baxu, bajo los farallones de Los Castillones que ya conocemos de inviernos anteriores...

...y así tras sortear los obstáculos del sendero que acaba atravesando un pedrero, llegamos a la bucólica Fuente Baxu (1.575 m.). En mejor sitio no podíamos estar para comer algo mientras contemplamos este rincón tan guapo. Observamos además que parecía factible intentar un anillo entre San Isidro y Vegará, volviendo por el co!!éu Nogales y cerrando con ruta que estábamos haciendo este día.

Con esos planes en mente, retornamos sobre nuestros pasos hasta Vildosu, donde ya por fin era hora de comprobar si merecía la pena arrastrar las bicis hasta allí...Efectivamente, desde el primer segundo el descenso fue sencillamente perfecto. Lo tiene todo: senderos rápidos y divertidos, pendiente justa, zonas amplias de campereta para ir cada uno por donde le plazca, cruce de arroyos,etc, etc...y todo en medio de un paisaje espectacular.

Después de los tramos más rápidos sobre pradera al principio y senderos entre piornos y felechos después, alcanzamos la guapa Brañarreonda (1.370 m.)

En la segunda parte,, el camino se hace más trialero, pero en su justa medida para poder disfrutarlo a tope.

Como siempre que se disfruta en demasía, vemos sorprendidos que ya estábamos llegando al final, todavía con el subidón que nos había regalado este descenso tan guapo. Desde el Fielato, sólo nos restaba dejarnos "caer" puerto abajo por la carretera hasta donde habíamos dejado el coche

Una semana después fuimos con Damián dispuestos a cerrar ese ambicioso anillo que tendría como postre final este jugoso descenso. Sin embargo, no siempre puede salir todo como lo planeado ya que cuando nos plantamos en el puertu Vegará, comprobamos que se hacía inviable alcanzar el co!!áu Nogales desde esta vertiente debido a la inexistencia de camino alguno entre un mar de piornos. No obstante esta ruta hasta Vilosu si bien merece una visita que en media mañana queda finiquitada.