mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

sábado, 16 de febrero de 2013

Peña Ten

El sábado fui con mi primo Alberto hasta cerca del pueblo leonés de La Uña (1.200 m.) para ver si de una vez lográbamos disfrutar de Peña Ten (2.145 m.) con esquíes después de algún que otro intento fallido la temporada pasada. Comenzamos ya con nieve abundante desde la carretera y progresamos rápidamente por el camino que lleva al puerto de Ventaniella.



Sin embargo la lluvia de los últimos días hizo estragos con unos surcos en la nieve que bien parecía que el monte estaba arado a golpe de fesoria. Según avanzábamos se nos abrían nuevos e interesantes horizontes para futuras rutas.



Pasamos por la majada de Polvoredo (1.355 m.) y comenzamos la subida a la peña primero, bordeando la montaña para acometerla por la cara sur. Ésta se nos hizo  interminable a pesar de que las vistas mejoraban a pasos agigantados con el macizo de Mampodre acaparando protagonismo.








Después de una breve subida la montaña se afila al confluir las caras oeste, sur y noroeste en la cresta cimera, por lo que a partir de ese punto es necesario continuar a pie con crampones yendo con mucho cuidadín porque estaba todo bien xelao. Este tramo nos regaló más tensión de la necesaria porque el hielo estaba muy duro y con una gran caída a ambos lados. Sin embargo, por fin arriba las vistas justifican la fama de esta gran montaña.





Para bajar a tierras ponguetas, a nuestro pesar, las condiciones de la nieve no eran buenas (transformada pero demasiado blanda) y tuvimos que descender andando bordeando el siguiente espolón de roca para buscar una salida con mejores condiciones. Todavía se podía salir un poco más abajo con menos pendiente, pero ya habíamos cedido bastante... Así que pa'baxu que nos quedaban más de 500 m. de desnivel hasta la Hondonada del puerto Fonfría (1.603 m.). Tras la pindia primera pala nos topamos con el incordio del día: los dichosos surcos que hacen muy incómodo el ski. Más bien parecía que íbamos en motos de agua dando brincos sobre las olas del mar.... pero el entorno de este circo tan guapo bien compensaba este contratiempo.


Después de comer en Fonfría, remontamos subiendo hasta la Peña de las Corvas (1.798 m.) dejando atrás la mole de Peña Ten y nuestros garabatos en la nieve. A parte de la buenas vistas que ofrece del Cornión, la Peña de las Corvas tiene una buena pala orientada al sur de otros 500 m. de desnivel hasta el fondo de la majada de la Cuesta (1.300 m.)


Una pena de nuevo los surcos en la nieve porque a pesar de estar bastante blanda se dejaba manejar. Sólo nos restaba conectar con la pista que en suave descenso nos devolvía a La Uña, aunque nos desviamos poco ante para retornar al lugar donde habíamos dejado el coche. Al final, tal y como refleja el perfil del gps de Alberto resulta una ruta exigente serruchera.




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