mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

domingo, 29 de julio de 2012

vuelta a Peña Mea

Buena xatá le salió a mi primo Alberto esta vez entorno a Peña Mea, alternando las vertientes de Aller y LLaviana. Con un día dudoso salimos de Cabañaquinta (400 m.) por la carretera del puerto San Isidro hasta Co!!anzo (525 m.), donde nos desviamos por la carreterina  a Santibáñez de La Fuente (550 m.) y de ahí subiendo en fuerte pendientede hacia La Fuente (600 m.). A partir de este último pueblín la pista es de hormigón con unas rampas de no te menés que hacen sudar la gota gorda y obliga a realizar algún descanso antes de acabar la larga subida hasta el collado (1.168 m.) a los pies del monte Co!!á Cuartes.


Después de un merecido descanso para "recargar combustible", comenzamos el descenso por bosque hasta la inhóspita braña La Robla (1.112 m.). Como había llovido bastante por la noche y parte de la mañana, la pista embarrada ponía el descenso delicado porque la bici bailaba al menor quite.
Pasando dicha braña salimos ya a una zona despejada, donde la pendiente cambiaba brúscamente. Podíamos ver un guapo panorama del valle de Aller  pero también  el siguiente collado a superar y que lleva el nombre del pueblo de Pe!!uno, por el que tendríamos que pasar antes y  que vemos muy abajo todavía....

Como decía la bajada, a pesar de ser una pista, nos obligó a emplearnos a fondo para no acabar con los huesos estrapallados en cualquier bardial del bosque con tramos muy inclinados, curvas cerradas, barro, mucho barro y piedras resbaladizas como el jabón. Pero bueno, por suerte salimos indemnes y llegamos a la ermita de San Julián (500 m.), de nuevo en el fondo del valle. Remontamos cómodamente hasta Pe!!uno (625 m.) y aprovechamos a picar algo y mentalizarnos para lo que nos esperaba a continuación...


Efectivamente los durísimos primeros 2 km. de la subida al collado de Pe!!uno (1.018 m.) nos pusieron contra las cuerdas y aunque el resto hasta arriba suaviza bastante alcanzamos el collado con la lengua fuera. Por suerte el tiempo mejoraba y al menos nos dejó disfrutar comer a gusto al sol y disfrutando de las grandes vistas que ofrece este sitio hacia todas partes.

Collado de Pe!!uno y detrás el cordal por donde habíamos bajado
Entrábamos ahora en Llaviana rápidamente por una pista rápida que abandonamos en el primer cruce. El nuevo camino nos cambia de ladera llaneando y con buenas vistas de Peña Mea.


Poco después el camino se convierte en un sendero con mucho barro y poco ciclable. Con paciencia seguimos a pie descendiendo por el sendero que se interna en un tupido bosque hasta conectar con una pista en buenas condiciones que tras un largo y rápido descenso todo por bosque muy frondoso, nos deja en la carretera que sube al puerto de La Colladona, a la altura del pueblo de Tolivia (420 m.). Todavía nos queda remontar este largo puerto por carretera unos cuantos km. y con lo que ya llevamos encima se nos hace muy largo pero por suerte llevadero gracias a la suave pendiente que tiene la carretera. Por fin coronamos La Colladona (832 m.) y acabamos con las subidas por hoy, pero para acabar nos espera un camino bien guapo por monte y bosque que cae sobre Cabañaquinta donde cerramos esta dura ruta "serruchera".

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