Volver a Somiedo siempre es una buena idea y si además está bien nevado pues mejor...Esta vez me acompañaban Damián y Rafa para la ruta del día que comenzamos poco más allá del pueblo de Saliencia (1.100 m.), donde la nieve acumulada hacía imposible circular por la carretera que lleva al alto de La Farrapona (1.707 m.).
Nos esperaba una buena foqueada porque el valle es muy largo pero por la traza de la carretera enterrada por la nieve iba con comodidad permitiendo disfrutar reposadamente del paisaje y la soledad de estos parajes somedanos.
Según nos vamos acercando a la cabecera del valle donde la Cordillera hace de muralla éste se va abriendo y la carretera empieza a serpentear por la vertiente oeste por lo que cogemos el atajo existente a la altura de La Caranga y que alcanza la pista que une el alto La Farrapona con los lagos. Este atajo nos ahorra mucho trecho y no digamos a la vuelta que resultó una esquiada bien guapa.
Aunque por el atajo hubo que abrir una buena trinchera por la cantidad de nieve acumulada, subimos relativamente rápido a la caja de la pista que estaba totalmente retacada de nieve.
Poco después, por fin llegamos a la altura del primer lago, el de La Cueva (1.616 m.), con un tiempo cada vez más revuelto según nos acercamos a la Cordillera.
Hacía frío, pero paramos igualmente a comer porque las tripas protestaban después de unos cuantos kms. de foqueo. En un momento, el tiempo mejoró permitiéndonos contemplar la gran pala oeste de Los Bígaros (que ya apuntamos en la lista de pendientes...) y a nuestras espaldas impresionante con blanco inmaculado el lago de La Cueva.
La tregua nos animó a continuar ascendiendo hacia el siguiente peldaño hasta el alto de La Almagrera (1.740 m.), donde se encuentran el resto de lagos.
Unas cuantas "Z" más y el terreno se allana al entrar a la gran viega de Cerveriz (1.707 m,). Lugar de gran belleza con el Lago Cerveriz (1.650 m.) completamente mimetizado por la nieve y los Picos Albos al fondo a punto de sucumbir al palomo. Nos tentaba la idea de intentar algún Albo pero el tiempo poca tregua parecía darnos. Además, se nos hacía tarde por lo que habrá que dejarlo para otra ocasión.
Nos dimos media vuelta con ganas de probar la esquiada exótica hacia el lago La Cueva, que resultó tan buena que si no me avisa Damián acabo esquiando sobre el mismo lago. No era para menos con una nieve e inclinación perfectas.
Después, un poco de ski de fondo hasta conectar la segunda manga desde la pista por el atajo antes mencionado. Igualmente fue muy prestosa la esquiada hasta conectar con la carretera de La Farrapona. El resto, nos dejamos deslizar cómodamente unos cuantos kms. hasta acabar donde dejamos el coche.
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