Viernes Santo y santa nevada en Los Picos y Cordillera. Después de consultar la bola de cristal y de "nortiar" antes del ansiado puente volvemos a dar en la diana con el día. Con ganas de estrenar la nevada por Los Picos nos plantamos temprano en el Jitu (1.300 m.) en medio de una romería de gente como si fuera el parking de una estación de ski. Pero bueno, arriba por el monte hay sitio para todos.
La mañana estaba fría con la niebla rodeándonos que animamba a espabilarse. Sin embargo pronto saldríamos del mar de nubes, con la Pica del Macondiú dándonos la bienvenida.
Este día juntábamos una buena tropa, con mayoría de Pablos (tres nadas menos ) frente al resto, Damián y Toño. Había nieve asgaya y como la idea era tirar para la zona del Valdominguero pero sin que convretáramos nada, tomé la iniciativa y me salí de pista para alejarnos del bullicio e improvisar un camino de aproximación por las faldas occidentales del Cueto de la Ramazosa y Cueto de Los Senderos, en medio de un mundo blanco inmaculado precioso.
Como estábamos disfrutando tanto con la ruta improvisada decidimos tirar sin perder altura en lo posible hacia el Pico Soriano por su vertiente oriental. Las vistas ya empezaban a ser espectaculares. Por allá atrás en el Samelar me enteré días después que había estado también Carlos bautizándose en Los Picos con la tabla de snow.
...y como se ponía la cosa pindia pues a poner los esquíes a la chepa y a fozar en la nieve como jabalíes...
Sin embargo al subir tan directos, alcanzamos rápidamente la primera cumbre del día: Pico Soriano (2.161 m.), con estupendas vistas al resto del macizo.
Un poco de picoteo para reponer fuerzas y nos vamos preparando para bajar hacia el jou Sin Tierre, ya que el verdadero postre se nos presentaba delante de nuestras narices mirando el apetecible merengón del Cuetu Tejáu, a pesar de tener que renunciar a bajar por la pala de subida al Pico Soriano.
Después de un descenso breve pero con nieve muy buena, remontamos de nuevo ladeando hacia el Cuetu Tejáu. Impresionante el paquetazo de nieve que había entorno al jou Sin Tierre, que parecía haberse aplanado.
Alcanzamos fácilmente la cumbre del Cuetu Tejáu (2.159 m.), donde nos dejaba sin palabras la espectacular panorámica volada sobre el valle del río Duje y Los Urrieles o macizo Central hasta arriba de nieve.
Nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar del paisaje y disparar un montón de fotos. No era para menos...
Terminado el recreo, nos quedaba lo mejor del día, con el largo descenso hasta el Jitu. La primera manga, una pala fabulosa con nieve polvo para deleitarse.
La segunda, un tramo largo de suave pendiente pero manteniendo la calidad de la nieve...
A partir aquí la nieve ya se resentía del sol primaveral pero ello no quitaba que se pudiera jugar dándo algún saltín entre los jous en medio de los bancos de niebla que iban y venían...
...hasta terminar finalmente en el Jitu, después de un entretenido descenso. Sólo lamentamos, que no tuviéramos los coches en Sotres, para continuar esquiando por los praos que llevan a este pueblo.
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