mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

viernes, 5 de agosto de 2005

Canales de Moeñu y Dobresengros (Urrieles)

Nueva propuesta de Damián para conocer más rincones de Picos, y probar o mejor dicho, sufrir nuevas canales, esta vez desde las proximidades del pueblín de Caín (500 m.) . Así que a media mañana de agosto comenzamos la larguísima canal de Moeñu.


Cogiendo altura poco a poco, se acaba la sombra y el sol aparece para castigarnos de lo lindo por esta pindia canal. A cambio íbamos ganando en paisaje con nuevas vistas del Cornión por su vertiente sur, destacando como siempre la Peña Santa pero también grandes canales de la zona  como la de Mesones
,todas ellas con desniveles entorno a los 1.500 m. ¡casi nada! 


Ya en la majada de Mueñu (1.400 m.), paramos a repostar en la fuente que hay y continuamos un poco más arriba para comer algo a la sombra que bien se agradece a esas horas. Mirando hacia abajo se dejaba ver bien el desnivel salvado pero todavía quedaba lo peor. La horcada final donde acaba la canal (Puertas de Mueñu)  se veía muy lejos y muy arriba.


Con el mochilón, el sol y la panadera que ya traíamos, se nos hizo muy dura esta parte final, hasta que por fin llegamos a las Puertas de Mueñu (2.214 m.). Era hora pues, de disfrutar el atardecer en el  hotel de lujo que teníamos reservado con unas  vistas privilegiadas.



Si el atardecer fue muy guapo el anochecer todavía fue mejor. Estaba claro que no nos íbamos a dormir pronto.


Tras una buena noche poco fría y sin viento, recogimos todo y después de desayunar algo, nos dirigimos hacia La Palanca, uno de los gigantes de la zona. El camino es entretenido en medio de un laberinto de piedra caliza, con simas y neveros,  tan común en Los Picos.

 
  

   

Y así, casi sin darnos cuenta, alcanzamos la cumbre de La Palanca (2.614 m.). Un gran mirador hacia las montañas más importantes de Los Picos y que invita a pasarse un buen rato contemplando el panorama.



Terminada la sesión fotográfica iniciamos el descenso hacia el jou Grande (2.076 m.), que ofrece una vista de la abrupta cara norte de La Palanca, nada que ver con la vertiente por donde la ascendimos. Por otra parte, todavía sorprende más la visón de los paredones del Torrecerredo y la Torre Bermeja.

   

Nos restaba entonces, bajar la enorme y larga canal de Drobresengros hasta Caín. que con un sol de justicia nos dejó completamente achicharrados. Tanto que no nos lo pensamos ni un segundo para bañarnos en las cristalinas aguas del Cares.


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