Una propuesta de Jorge para apuntarse a un buen plan junto con Patri y dos amigos más, para ascender al Treconceyos, bastó al venirme el buen recuerdo que tenía de la última vez por esta zona con Alberto cuando fuimos al Robequeres.
Salimos con bastante nieve y frío desde el pueblo de Pendilla (1.310 m) siguiendo la pista de la vía romana de La Carisa. Entrando en el bonito valle de Bustamores, nos encontramos con los escasos restos de la cacería nocturna de los lobos persiguiendo un jabalí del que solamente quedó un par de costillas y un montón de pelo...
|
|
Alcanzábamos poco tiempo después la Co!!á Propinde (1.583 m) desde la cual ya se tienen estupendas vistas a los valles del puertu Payares y del Aramo
Desde allí fuimos ascendiendo , buscando el eje de La Cordillera que nos llevaría directamente a larga loma que encumbra al Picu Tresconceyos (2.014 m), divisando unas panorámicas espectaculares hacia todas partes...
Nos reagrupamos en la cumbre que resultó muy concurrida con más esquiadores y montañeros que iban llegando mientras picábamos algo de comer. Sin prisa, disfrutando del panorama, pensábamos acerca de la ruta de descenso porque se veían múltiples opciones, con diferentes tipos de nieve también, por lo que convenía acertar...Resultó una bajada rápida con nieve aceptable, pero viendo lo que teníamos en frente paramos para decidir si volver para arriba y probar palas nuevas..
|
|
Había ganas y no costó ponerse de acuerdo, así que comenzamos a remontar siguiendo hasta la cresta siguiente del Tresconceyos.
De nuevo en el eje, la llamada del cercano y atractivo
Picu Pisones era inevitable, puesto que el paisaje mejoraba al mismo tiempo que se abría un abanico de posibilidades de cara al descenso.
Otra vez por unanimidad, fue aprobada la propuesta porque las expectativas eran demasiado jugosas como para dejar pasar la oportunidad. Por mi parte además, visitaba esta perdida cumbre allerana que tanto destaca desde la lejanía por su manto blanco, al igual que sus vecinos Les Robequeres y Esturbín . Encumbramos con los esquís puestos el Pisones (2.043 m), sorprendiendo las preciosas vistas desde su cima que nos vino que ni pintado como excusa para comer en esta atalaya privilegiada al "calor" del sol. Panorámicas para aburrir, a cual más guapa mirando hacia Las Ubiñas, Esturbín, Picos de Europa o la Costa Verde Central con una nitidez plena gracias al fantástico día que teníamos de cielo azul sin una nube. Llegó el turno para bajar y ya me había fijado que había posibilidad de conectar con el recorrido que había hecho con Alberto descendiendo de Les Robequeres
|
|
Muy buena nieve en esa orientación, S-SW pero lo mejor era la sorpresa que les esperaba a todos a continuación, ya que recordaba perfectamente de la anterior vez, la serie se tubos encadenados a cual más divertido y que daban salida al valle. A pesar de las dudas de alguno, porque realmente no parece que haya salida, tomé la iniciativa para mostrar el camino y como era previsible este tramo fue de lo más disfrutón para esquiar si además acompañaba como era el caso, una estupenda calidad de nieve.
Terminados los tubos, tocaba un poco de rally típico cantábrico para ir encontrando el mejor camino entre los piornales y los regueros que había que atravesar, con alguna que otra maniobra de malabarismos...
Siempre en descenso, salimos por fin a terreno abierto, a lo largo del fondo del valle, pudiendo disfrutar del trayecto mientras dábamos un respiro a las piernas después del calentón de la bajada.
Inevitablemente al retornar a la pista, tuvimos una sesión de "toboganeo" que bajo un sol que ya calentaba bien, nos hizo pillar una buena sudada hasta llegar por fin al punto elevado del camino desde el cual ya a la sombra descendíamos rápido hasta el pueblo.
Al final casi 16 km de sube y baja entorno a este valle que tanto juego da por sus múltiples de posibilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario