mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

sábado, 25 de febrero de 2017

Peña Requejines...vuelta y vuelta

Este invierno renqueante nos tiene relegados a salidas esporádicas y de poco recorrido en entorno del puerto de San Isidro por ser la zona más cercana y con mejores condiciones de nieve...A pesar de ser rutas repetidas la nieve y la meteorología guardan siempre  sorpresas encontrándonos nieves de todo tipo en menos de un mes... Comenzamos con nieve helada y dura como el mármol como pocas veces el primer día, a otro día con nieve primavera-polvo por Las Va!!inas, y acabando el último día con nieve polvo suelta, seca y profunda bajo el Picu Fuentes...




Así que tras las últimas nevadas y unos cuantos días de anticiclón, por fin llegaba un sábado con buen tiempo y con buenas perspectivas de encontrar buena nieve a pesar que la cota a partir de la cual aparece con continuidad está alta para la época que nos encontramos. Una vez más tras barajar opciones nos dejamos seducir por algo cercano que inevitablemente nos llevaría al puerto de San Isidro, pero esta vez a una zona en la que pocos inviernos se pone en buenas condiciones y que precisamente éste sí lo estaba. Me refiero a la vertiente norte del Pena Requexines, que tanto llama la atención por su lomo y laderas blancas.


Hacía muuchos años que no me metía por allí y la idea de esquiar nuevas laderas siempre es buen aliciente. Además la proximidad de esta montaña permite hacer cómodamente al menos un par de bajadas muy interesantes...Entre virus y obligaciones varias sólo pude reclutar a Toño y Patri para acompañarme este día y así iniciamos la ruta los tres por el transitado camino (1.650 m) al lago Ausente que no tardamos en abandonar buscando una subida más directa al pico.


Tal y como preveía la nieve tenía muy buena pinta por la vertiente norte que ya recibía los rayos de sol. Rápidamente se coge altura y nos plantábamos en el guapo circo (1.721 m.) bajo los farallones de la Pena Requexines con multitud de posibilidades si bien esta vez, la zona canales y tubos variados que había catado en aquella ocasión hace tanto tiempo estaba barrida por avalanchas de todos los tamaños.



Por suerte la ladera a la que le había echado el ojo y por donde íbamos a subir presentaba una superficie uniforme y compacta inmejorable. Apuramos con las cuchillas puestas hasta el pie de la ladera donde la pendiente y la nieve, todavía dura por la xelá de la noche, aconsejaba mejor continuar con crampones.


Con las tablas en la mochila proseguimos paso a paso la pala que teníamos en delante y que engañaba porque se nos hizo larga hasta alcanzar la cresta tan característica de este pico. Una vez arriba, viendo la pala que habíamos subido y la canal Este del pico que se precipita hacia el lago Ausente, estaban claros como el agua los dos objetivos del día...


Nos restaban ya sólo 1/3 de cresta hasta la cumbre encontrando mucha gente con raquetas y también con esquís. No era de extrañar con el día tan fabuloso de sol espléndido sin viento, buena temperatura y buena nieve....


Llegados arriba de la Pena Requexines (2.026 m.), con calma tocaba disfrutar del paisaje destacando la buena panorámica  hacia la parte alta de la estación de ski de San Isidro.


Aprobada casi por unanimidad la propuesta de hacer una bajada hasta el lago Ausente por la mencionada canal Este, en cuanto me tiré para abajo por la pindia canal con un firn de libro o lo que es lo mismo una nieve sencillamente perfecta, a los demás les faltó tiempo para pensárselo y salieron detrás llegando a mi posición poco después con la misma sonrisa de oreja a oreja que llevaba yo.




Daba pena acabar aunque todavía quedaba bajada, pero sabiendo cómo estaba la nieve nos la íbamos a merendar en un abrir y cerrar de ojos puesto que invitaba a soltar freno deleitándose con cada giro a toda velocidad....


Así pues, en lo que nos pareció un suspiro llegábamos a las orillas del lago Ausente (1.742 m.) completamente blanco y recordando incrédulo el magnífico chapuzón que me había dado allí el verano pasado asombrado por la temperatura del agua casi caliente que hizo que entrara varias veces a bañarme...


Nos dimos un merecido descanso para comer y beber algo. Sentados frente al lago y disfrutando una temperatura increíblemente agradable...el pensamiento se me iba imaginando el siguiente descenso. ...pero primero había que remontar la larga cresta hasta la cumbre, si bien pudimos subirla entera con los esquís puestos y con menos esfuerzo de lo previsto, mientras contemplábamos unas estupendas panorámicas hacia Los Picos y el resto de la Cordillera.



De nuevo arriba en la cumbre de la Pena Requexines la luz de la tarde iba cambiando las sombras dejándonos nuestra siguiente pista en perfectas condiciones. Un vistazo a Las Ubiñas mientras llegaban los compañeros y a prepararse para bajar, que las ganas ya apretaban...


Una vez todos listos, salí de nuevo disparado en busca de la codiciada pala Norte, encontrando una nieve diferente, algo así como una capa de 10 cm de transformada primavera-polvo pero con base dura muy dócil de negociar y por lo tanto muy prestosa que ofrecía mucha seguridad a pesar de la pendiente.


Nuevamente volvía a tener esa cara de felicidad, continuando bajo el circo de esta montaña con una nieve excelente que te permitía todo tipo de filigranas...


...y así hasta conectar con el camino inicial hasta llegar al aparcamiento en suave descenso, completando así una gran jornada dándole vuelta y vuelta a la tostada Requexines...


..dos semanas después volvimos Alberto y yo para "tomarnos otra tostada", pero dándole una variante más alpina en la subida y en la vuelta al coche. Nos encontramos con menos nieve pero con una calidad parecida que nos permitió disfrutar de esta montaña tan accesible como prolífica en posibilidades...





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