Picu L'Osu y Los Castillones

Por fin un día guapo porque durante este invierno están llegando a cuenta gotas...y echamos mucho en falta esas semanas anticiclónicas de sol xelando por las noches. Pero como decía, el día amaneció espectacular con un sol radiante y una nevadina reciente en las montañas. Así que volvemos una vez más por tierras alleranas que tantas posibilidades tiene para el ski de montaña. La idea inicial era subir desde El Fielato por el puirtu La Braña y encaramarse a la Cuerda L'Eyu para recorrerlo y bajar por uno de los canalones de Los Castillones retornando al punto de partida. Sin embargo nos encontramos atascada inexplicablemente la carretera del puerto San Isidro por placas de hielo que no se habían limpiado a la altura de Rufríu. 

Viendo la caravana de coches, la cosa pintaba para largo y fue entonces cuando Alberto sugiere cambiar el plan y subir a Los Castillones por El Gumial. Conocíamos bien el camino y como la nieve aguantaba desde bien abajo, para allá que nos fuimos. Bajamos hasta poco más arriba de Cueves, donde se puede aparcar el coche y comenzamos caminando porteando las tablas. Cruzando el Ríu Braña, la nieve ya hacía acto de presencia al pasar por la braña El Carrozal (870 m.) y un poco más arriba a la altura de la braña La Yana (935 m.) nos calzamos los esquíes.

La subida por el fayéu del Monte la Yana, ya es bien guapa en verano, mejor en otoiño pero me faltaba verlo en invierno...y desde luego, tal y como nos lo encontramos no se puede decir otra cosa que insuperable. Nos alegramos de que el corte de la carretera nos empujara a subir por aquí a pesar de tener que sumar otros 500 m. de desnivel. Inevitablemente nos tomamos todo el tiempo del mundo en recorrer el bosque porque pedía una fotografía a cada paso y hacia todos los lados.

Después de extasiarnos con este entorno mágico el bosque se va abriendo hasta llegar a la preciosa vega de El Gumial (1.320 m.), pero el paisaje sigue manteniéndose espectacular con el muro de montañas que cierran este paraje salvaje del alto Aller. No se nos ocurre mejor sitio para repostar energía, contemplando todo aquello porque todavía nos quedan más de 700 m. por subir.

Echamos un vistazo al objetivo del día que desde allí se ve bien pindio y "merengado".

Nos ponemos en marcha de nuevo con el Retriñón blanco inmaculado siempre a nuestras espaldas, remontando hasta Fuentes Baxu (1.575 m.). Cruce de caminos provenientes de los puertos La Braña al este y Vegará al suroeste.

Nosotros debemos coger el camino a Vegará para subir el primer collado entre la Pena Fuentes y el Picu del Osu (1.814 m.). Para entonces las panorámicas hasta alcanzar dicho collado empiezan a ser fabulosas, asomando el picu Torres, Fuentes por un lado y Picón de Las Rubias, Retiñón por otro.

La barrera infranqueable de Los Castillones, nos obliga a rodear subiendo primero el Picu del Osu buscando el paso más sencillo a largo del lomo que lo une con la Pena Fuentes. Apuramos lo que podemos haciendo "Z" pero la inclinación y la nieve venteada nos obliga a realizar los últimos 50 m. con crampones..

Arriba nos sorprende un ventarrón frío del suroeste que levanta la nieve y nos obliga a protegernos con todo. Por otro lado, hacia el norte la visibilidad es inmejorable con una nitidez como pocas veces. Parecía que podíamos tocar  toda La Cordillera, Los Picos y el Mar Cantábrico.

Tras una breve parada en la cumbre para preparase a esquiar mientras contemplamos el puertu Vegará atacado de nieve y los trazos de haber esquiado el picu Xexe por el mismo sitio que lo hicimos el año pasado. Realizamos pues el primer y corto descenso de 100 m. desde el Picu del Osu (2.021 m.) entre la ventisca hasta el collado que lo une con Los Castillones. Después remontamos ya a pie hasta el Castillón occidental (1.972 m.) que es donde se encuentra la entrada al canalón con preciosas vistas al Nogales, picón de las Rubias y Retriñón.

Volvemos a calzar las tablas y nos dejamos caer por el estrecho canalón sobre todo en la embocadura inicial. La nieve muy heterogénea con tramos helados y otros con nieve fresca acumulada por el viento. No estaba como esperábamos pero ya metidos en el fregado confiábamos en encontrar el  mejor camino para esquiarlo.

En la segunda manga ocurrió lo que menos querríamos, ya que la nieve decidió no aguantar el paso de  un segundo esquiador desprendiéndose una pequeña placa que barrió sin embargo todo el corredor hasta donde abre en la pala final. Pasado el susto bajamos los que nos quedaba hasta salir a la pala final donde la nieve sí estaba estable.

El resto del descenso hasta El Gumial, todavía nos encontramos con buena nieve polvo en orientaciones norte. Al llegar a la vega y al bosque, lógicamente con el sol se había ablandado pero nos permitió seguir con los esquíes puestos hasta la cota 1000 m. aproximadamente. A unos 20 minutos del coche caminando.