mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

sábado, 10 de julio de 2010

Los Foyos (Güeria)

Tenía ganas de perderme un día por esta zona tan guapa como aislada y salvaje de las Ubiñas. Un lugar “para los sibaritas del paisaje”, tal y como titulaba un periodista hace años en un artículo sobre los puertos de Agüeria y el entorno de peña Rueda. Con ello, como este sábado prometían un día veraniego, me decido por darme una buena pateada por los dominios de Fontán Norte, yendo por los canalones Bajero y Cimero y lo que se tercie....
Comienzo a subir a los puertos por la vertiente del valle de Ricabo, apurando el acercamiento en coche poco más de 1 km. por la pista a (920 m.)que sube al puerto Ventana desde el pueblo de Bueida  . Después a pie ya por sendero disfruto una vez más del trayecto parándome a observar el fantástico lugar de la vega el LLaseiro (1.300 m.)bajo los paredones de los Güertos del Diablu y el Ranchón divididos por el canalón de Rolamuela.


El calor aprieta, pero es julio y no puedo pedir temperaturas de invierno, que es cuando más a gusto me encuentro. A pesar de todo, al acercarme al collado Llingléu (1.630 m.), las vistas aunque conocidas siguen siendo inmejorables, y allí mismo se me ocurre la ruta a seguir. Siempre tuve curiosidad por saber como podría ser la subida al Fontán Norte, justo por el norte. Así que a primera vista tracé el itinerario menos complicado para subir a los lomos del gigante.

   

Para ello dejo Llingléu a la izquierda y me acerco hacia los paredones de la Cigacha para bajar de ahí a la vega de Retuerto (1.520 m.) con rumbo directo hacia el canalón Bajero. Menuda postal llevaba a mis espaldas!

Superado el canalón Bajero, que por cierto aguanta a la sombra, es tentadora la cercanía de Las Torres, donde ya había gente metida en faena. Continúo con los planes iniciales, saboreando las vistas de la gran peña Rueda, que por cierto ya tiene su primera nube “inocente”, y me dá que eso irá a más por muy bueno que parezca el día...



Visualizo el recorrido para evitar meterse en posibles embarques. Superado el pedrero inicial se trepa por roca lavada y grava sin grandes problemas II-. Superado este resalte, se encadena con el siguiente, algo más difícil II+, pero corto. Después por zona mixta (piedra-tapín) va ganándose altura sin problemas pero muy atentos por donde se pisa y se agarra uno.




Una vez arriba, sorprende el cambio de forma de la cumbre Los Foyos, con un buen paredón hacia los joyos de Cueva Palacios enmarcados por las cumbres que hay entre el Canalón Oscuro y el Fariñentu.
Como decía la idea era seguir por el lomo del Fontán norte hasta su cumbre. Lo tenía a tiro de piedra, pero la niebla q me temía venía como siempre para no irse. ¡Qué se le va hacer!, nuestras montañas son así de caprichosas.


Espero un ratín y aprovecho a comer algo y seguir disfrutando de las vistas, pero la cosa no mejora y desisto de seguir para arriba. Así q teniendo Los Foyos (2.082 m.) tan a mano, me voy pa’llá antes de q no vea nada.. Aunque en la anterior foto no se vé, existe una horcadina en medio q es preciso destrepar para volver a trepar por afiladas lajas II y ganar esta guapa cumbre, con preciosas vistas de la cresta de los Porti!!ines, el Siete, Crestón del Pasu Malu, y detrás asomando la Peña Ubiña y los Castillines.


Es hora de bajarse de allí y me asomo sobre los paredones hacia los joyos de Cueva Palacios con la esperanza de ver factible el destrepe hacia este lado, puesto que me apetecía volver a los puertos por allí y completar el circuito. La primera parte se ve bien pero no veo como acaba. Soy optimista y comienzo la bajada pegado a la pared para esquivar la zona rota y con grava. Cuando pensaba que ya estaba hecho aparece la zona que no alcanzaba a ver desde arriba, y como no podía ser de otra forma es un buen cortado. También veo una chapa suelta entre la grava y no me molesto en buscar una reunión para no meter más presión porque no llevo cuerda. Antes de decidir nada, sigo fisgando alrededor en busca de una salida aceptable y veo un poco más abajo, sobre el cortado, una pequeña repisa desde la cual puede ser viable una salida lateral a terreno fácil. El “puede” me huele a posible embarque, pero no hay más remedio que verlo de cerca. Con cuidado destrepo a la repisa y el paso en cuestión es algo expuesto pero con buenos agarres y sobre todo buena roca III- . Superado el paso por terreno algo toto pero fácil alcanzo suelo firme.


Desde abajo el aspecto de Los Foyos y el Fontán es como el de un par de ogros cabreáos. Los Cintos tampoco se quedan cortos...



Todo lo contrario, mirando hacia el Fariñentu y su corte, que invita a descender plácidamente hacia los puertos de Güeria.



La soledad en este paraje sería plena, si no fuera por la fauna local donde nunca ví aglomeración semejante de rebecos. Conté más de 50 agrupados y un montón más que pude ver desperdigados por los alrededores.


Prosigue el largo descenso pero con semejantes vistas es imposible tener prisa, pese a que queda un buen trecho todavía por recorrer...


Llego al mayáu de la Cardosa y después por la Cardosina (1.550 m.) remonto de nuevo el collado Llingéu para doblar por fin hacia el valle de Ricabo y después de hora y pico llegar al coche, redondeando una larga y completa jornada montañera.


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