mi visión de la montaña

Subir montañas es la osadía convertida en humildad, bajarlas es la osadía convertida en gratitud

martes, 1 de mayo de 2018

Rebollosas x2 y Peña del Melluque


Como dice la canción...la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...porque quién nos iba a decir que la nevada del pasado fin de semana (lunes incluido) iba a dejar unas condiciones de nieve en mayo que ni en los mejores días de pleno invierno...
Más por aprovechar por fin un día soleado que otra cosa, elegimos sin comernos mucho la cabeza un sitio para salir con los esquís puestos y allí en el puertu Ventana (1.588 m) nos juntamos unos cuantos conocidos que habíamos pensado lo mismo.
A pesar de haber repetido muchas veces este itinerario, no por ello quita un ápice lo guapa que es la subida al Rebollosas y más aún este día con la nevada reciente. Así que entre despistes y contemplaciones del entorno improvisamos ruta internándonos por el pequeño bosque previo a la gran loma de la montaña.


Precioso trayecto por este bosque de fayes y abedules que nos retornaba a pleno mes de febrero, amén de la espectacular pinta que presentaba la nieve consiguiendo poner nerviosos a algunos de nosotros...



Saliendo a zona despejada sólo nos quedaba remontar la larga loma del Rebollosas (1.927 m). Tiempo de sobra para convencernos en hacer la primera bajada del día antes que cambiaran las condiciones de la nieve, algo inevitable tratándose del mes de mayo y a esta altitud.



Dispuestos a confirmar nuestras expectativas salimos en ordenada bandada disfrutando de una espectacular nieve polvo de 15-20 cm de espesor, fría y seca que hizo volar nuestros esquís para goce completo del personal.



Magnífica esquiada por esta pala que nunca decepciona pero que este día estaba que se salía...Todavía quedaba el tramo donde comienza el bosque que no es menos guapo y si cabe más entretenido con variantes a elegir a gusto de consumidor...


Después del éxtasis tocaba volver a la faena y remontar de nuevo, eso sí ya con la huella hecha hasta coronar cerca de la cumbre del Rebollosas y seguir adelante con el espléndido panorama de Las Ubiñas llamándonos.



Los guajes de Alberto le dieron la noche y optó por no continuar y saborear de nuevo la bajada. Mientras, con Damián y Patri continuamos siguiendo los pasos de Jorge y compañía que ya andaban camino de los Güertos del Diablu.


Ascendiendo por las faldas de la Peña del Melluque, y viendo que la nieve aguantaba allí en muy buenas condiciones le eché un buen vistazo a la cara norte de la montaña que normalmente está muy helada pero que este día parecía a punto de caramelo recién merengada...


No quedaba otra, puesto que estaba el día para ello y de paso tachaba otra cumbre más del macizo. Tampoco me costó convencer a Damián y a Patri, así que para arriba todos.


Pocos minutos más tarde ya estábamos en la cumbre de La Peña del Melluque (2.064 m.),difrutando de estupendas vistas mientras comíamos bajo un sol muy agradable...Vamos, como a mí me presta!
Se podía ver mucho movimiento por Los Güertos del Diablu y también por el Picu Colines, todavía con un buen paquete de nieve.



Acabado el recreo, tocaba "zafarrancho de combate" y echar un vistazo a ver como se presentaba esa prometedora canal al norte detrás de nosotros.


Ya con el primer giro valió para ver que era segura y sin más me lancé a tumba abierto directo por la máxima pendiente gozando de una nieve impecable. Seguidamente y espaciados me siguieron el resto, reuniéndonos abajo ya que la canal pedía una manga completa sin paradas...



Coincidimos allí con el grupo de Jorge y ya por goteo nos fuimos dejando caer cuesta abajo buscando cada uno su parcela impoluta de nieve virgen hasta las proximidades de la Collada Socellares (1.851 m)


Nos quedaba remontar por tercera vez en el día El Rebollosas pero por la cara opuesta que es mucho más corta y llevadera. 


Para entonces la nieve, como era previsto se había transformado a primavera pero todavía muy tratable hasta el comienzo del bosque. A partir de allí nos restaba buscar el mejor camino posible para llegar hasta el alto del puerto sin quitar los esquís.

Terminamos así una gran jornada que nos la tomamos como un regalo para compensar algo la falta de días soleados durante esta temporada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario